jueves, 7 de febrero de 2008

el suplicio de liberar el movil

Pese a haber empezado esto como una obligación del CAP, he decidido meter alguna entrada más.
Quisiera aprovechar para criticar el servicio ofrecido por las compañías de teléfono a través de las teleoperadoras. Que nadie se sienta ofendido, sé que es su trabajo, que reciben órdenes de las más altas esferas para hacerte la vida imposible, a no ser…
… a no ser que te quieras dar de alta en una compañía, entonces todo son ventajas, te ofrecen mil historias, y tardan unos, aproximadamente, dos segundos en darte la portabilidad. Nunca entendí porque si llevas 8 años en una compañía no te ofrecen nada, y a los recién llegados poco les falta para ponerles la alfombra roja.
Odio en lo mas profundo de mi ser hablar con un contestador, y un calvario de mínimo 20 minutos es lo que me espera cuando llamo a la atención al cliente, sea de la compañía que sea, hasta que consigo hablar con una teleoperadora, que, según en que departamentos, son las candidatas que resultaron demasiado bordes para cajeras del día (siempre habrá honrosas excepciones como la de un Día que solía frecuentar, pero reconozcamos que no son precisamente las personas mejor encaradas del mundo…). Seres que son entrenados para desesperarte, curiosamente pese a trabajar en compañías que presumen en ser punteras en comunicación, no son capaces de transferir tu llamada al departamento correspondiente, porque justo justo justo en ese momento se les ha caído el sistema, bueno, en ese, y en el de hacer una reclamación sobre tu factura, en el que ni siquiera son capaces de acceder a la base de datos.
¿Habéis intentado que os liberen un móvil? Si, si, mientras que te informan de las todo-ventajas de su compañía, se tienen bien callado que tras cumplir tu contrato de permanencia ESTAN OBLIGADISIMAS POR LEY A FACILITARTE UN CODIGO PARA LIBERAR EL MÓVIL QUE ADQUIRISTE. Intentadlo a ver que sucede, en el caso de Movistar, otros los desconozco personalmente, llevo dos meses en ello, podría ir a la tienda de la esquina y pagar 5 €, pero ya es una cuestión de desear que se respeten mis derechos. En unas 20 llamadas que llevo me han prometido que en unos instantes me mandan el código de liberación, cuando los instantes se convierten en semanas y vuelves a llamar, ese móvil que pretendes liberar no lo adquiriste mediante el programa de puntos, ahí te están insultando indirectamente, llamándote estafador y mentiroso, aseguras, juras y perjuras que ese móvil lo cogiste por el programa por puntos, pero como no aparece (¡ja!) en su base de datos tendrás que demostrarlo mediante el envío por fax del albarán de entrega (de hace cuatro años) del citado móvil. Casualmente tienes una madre que todo lo guarda, y sorprendentemente el albarán aparece, llamas para que te proporcionen el número al que has de enviarlo, y te cuelgan el teléfono!!! Vuelves a llamar, y no pueden acceder a la base de datos, y te vuelven a colgar!!! Vuelves a llamar, que no, que es imposible acceder a la base de datos, preguntas porque hace media hora podían acceder y ahora no, y te responden que “porque no te atendí yo”, algo irritada, pero con educación, le explicas las llamadas que llevas y que sabes por ley que te tienen que facilitar el código, entonces te dice la teleoperadora que no es su problema, se pone a gritarte, momento en el que tu gritas de desesperación, y ella (primera en gritar) te dice que no grites, que eres una maleducada (ya entramos en el insulto directo) que ella no está ahí para aguantarte (¿y para que está?) y que vuelvas a llamar cuando te eduquen (literal). Vamos a ver, estoy llamando para solicitar un servicio que por ley se me ha de proporcionar, y me gritan y me insultan. Cuelgo yo de la rabia, otras tres llamadas, en las que el teléfono al que de enviar el albaran de entrega me lo tienen que proporcionar en un departamento con el que, adivina, adivinanza, no pueden comunicar. En total ocho llamadas para conseguir el número, aún no mande el fax, pero estoy segura de que no me van a proporcionar el código pese a haber hecho todo lo que se me pedía.
Siento meter en el mismo saco a otras teleoperadoras que se desviven para ayudarte o aunque no puedan, porque desde arriba se lo prohíben, por lo menos te tratan con amabilidad y educación.

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